Proyecto de restauración de la Catedral de Santiago en Revista VD

Este sábado, en la nueva edición de la “Revista VD” de El Mercurio, fueron entrevistados Umberto Bonomo, director del CENPUC; y Paulette Sirner, gerente del Plan Director del Conjunto Catedralicio de Santiago, por el proyecto de restauración de la Catedral Metropolitana de Santiago.

En la instancia, los arquitectos detallaron los desafíos que enfrenta este monumento nacional, tras conocer los primeros resultados arrojados por el trabajo de levantamiento de los principales daños que, actualmente, presenta este emblemático e histórico templo sagrado. 

Entre ellos, se detectó el desprendimiento de ornamentos de la nave central, la nave norte y problemas en las cubiertas que generan una serie de otras consecuencias, tales como filtraciones de aguas lluvia. 

“Es un monumento demasiado valioso, hay que apostar a que siga en pie. Si no se le mete ingeniería, inteligencia y recursos de manera firme pronto no va a resistir”, señaló a VD, Umberto Bonomo, director del Centro del Patrimonio Cultural UC. 

En razón de ello, es que surgió la necesidad de implementar el Plan Director del Conjunto Catedralicio de Santiago, el cual es un instrumento que permite generar una especie de hoja de ruta que establece cómo mantener y conservar cada uno de los aspectos del bien. «Nosotros hablamos de una enciclopedia conformada por tomos, cada uno correspondiente a un tema, como estructura, electricidad, cubierta y obras de arte, entre muchos otros”, sostuvo Paulette Sirner. 

El proyecto de restauración de la Catedral de Santiago es liderado por el Centro UC del Patrimonio Cultural en conjunto con el Cabildo Metropolitano, y también cuenta con la gran colaboración de la Universidad Adolfo Ibáñez -a través de su Centro de Estudios del Patrimonio (CEPA)- y la Embajada de Alemania.

Pues, en marzo, las instituciones anteriormente señaladas firmaron un acuerdo para restaurar obras artísticas del Cabildo de la Catedral de Santiago, las cuales fueron creadas por jesuitas alemanes en el siglo XVIII. Esto, además de conservar el patrimonio cultural alemán en el extranjero, permitirá fomentar el diálogo cultural entre Chile y el país europeo, y fortalecer la conciencia de la propia identidad nacional.