El Museo Nacional de Bellas Artes contado por Fernando Pérez Oyarzún

Si hubiese un certificado de seguimiento urbanístico que dé cuenta del nacimiento, cambios, aumentos y problemas que ha atravesado el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), ese seguramente se encuentra en la memoria de Fernando Pérez Oyarzún, director del museo desde 2019.

Este 21 de septiembre 2022 dicho edificio estuvo de aniversario y como parte de las celebraciones, Fernando Pérez organizó un recorrido guiado. Los visitantes lo siguieron con preguntas, libreta de apuntes y fotografías para guardar los detalles contados.

Con indicaciones y más de una remembranza, trató de situar a su público en cómo era Santiago en 1910. Sin calles, sin edificios, sin carros cruzando. Entonces como una gran irrupción llega esta construcción -declarada Monumento Nacional Histórico en 1976-  a colonizar un sector y configurando así el paisaje del río con el parque Forestal y el nuevo barrio.

“Se había visto emerger en una suerte de pedregal de río, algo a lo cual los habitantes de Santiago no podían acceder y de pronto, se podía entrar y se podía gozar de este edificio”, dijo Pérez sobre el tiempo de cinco años que tardó en entrar en funcionamiento.

Pero la historia de este Museo es también la historia de la Escuela de Bellas Artes – ahora Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile- que fue construido paralelamente y pensado como un solo dispositivo que se integra.

El arquitecto contratado para esta obra fue el chileno – francés Emilio Jéquier y según Pérez, hay detalles que recuerdan el tardo Renacimiento como los tímpanos curvos. Además de haber “una referencia lejana a lo que son pabellones de exposiciones de fines del siglo XIX y comienzos del XX en Francia”.

Fernando Pérez es Premio Nacional de Arquitectura 2022. También tiene una trayectoria destacada en la academia desde la Universidad Católica: fue decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos, fundó en 2007 el Centro de Patrimonio UC y actualmente es docente del Magíster de Patrimonio Cultural UC.

Además, asumir la dirección del MNBA le significó un reto porque hubo estallido social y pandemia. Sin embargo, internamente no ha habido daños, lo que sí hay son continuos rayones en paredes, -y que incluso ha llegado a una de las cúpulas- pero que Pérez las ve como excepciones. “Hay que pensarlo del otro lado, quienes no hacen nada y al revés, quienes lo cuidan y lo quieren”, mencionó sobre este patrimonio material que ha sobrevivido gracias al cariño de los chilenos.

 

Imagen: Catherine Yánez.